lunes, 9 de junio de 2014

Feminismo del zángano


Tengo que reconocer que estoy pérdida, que llevo desde hace tiempo practicando el feminismo del zángano, que es un machitontismo que me convierte en doblemente esclava y no se cómo escapar de él.

El otro día me dijo un buen amigo "demuéstrame que estas empoderada y págame un trago" Lo dijo en broma, pero me quede masticando la frase. Empoderada es pagarle tragos a los tíos? Y no será más bien dejar sin complejos que te los paguen?

Estos días pensé en la cantidad de veces que he pagado cenas, copas, regalos, a medias o a enteras, sólo para demostrar que estaba empoderada! La cantidad de veces que en las discos he pagado la mitad de la entrada de los chicos que me acompañaban, cuando yo, por ser mujer, estaba exenta de pago!

Y es que desde la adolescencia llevo practicando el feminismo del zángano, una suerte de machismo camuflado que consiste en que las mujeres nos comportemos como nos comportaríamos si no existiese el patriarcado. Esa negación absurda nos ha llevado a la trampa del doble cuidado. Si antes éramos simplemente esclavas, ahora somos doblemente esclavas, y encima nos creemos más libres. (Y somos doblemente esclavas precisamente por creernos más libres sin serlo.)

Como no teníamos suficiente con trabajar gratis en las casas de todo el mundo, ahora trabajamos el doble, dentro y fuera de ellas,¡ para pagar a medias la comida que cocinamos!

¡Como no teníamos suficiente con estar más en el paro, cobrar menos, ser prestamistas de la deuda histórica más grande jamás creada, les pagamos a medias las entradas de las discotecas!

Porque ¿por qué no dejo que un hombre me invite a cenar e insisto en pagar a medias? ¿Para seguir dando en vez de aprender a recibir? ¿Para caer en el chantaje social de demostrar que estoy empoderada?

El feminismo del zángano es un chollo para los zánganos. Para demostrar que estamos empoderadas también follamos gratis. Pues chicas, ¡quizás salimos perdiendo! Antes además de placer en ciertas ocasiones, también sacábamos con ello dinero (bien fuera como putas o como esposas)

Nuestros cuerpos,si antes eran usados, ahora son rehusados. De hecho a veces pienso que debería tatuarme el logo de reciclado en la espalda.



Me pregunto ¿qué me ha llevado a hacerme la libre?, ¿qué tipo de trampa mental me ha llevado a comportarme como lo haría si no existiera el patriarcado?: pues el feminismo del zángano es la estúpida creencia de mujeres como yo de que empoderarse es comportarse como si no hubiera patriarcado, vivir en la falacia de mujer libre, de "encima de exprimida, pagó las naranjas"

El feminismo del zángano me ha abocado a ser multi-usos sin contrapartida y no os podéis imaginar la cantidad de zánganos que han revoloteado a mi alrededor en la vida.


El feminismo del zángano no es un feminismo, sino la manipulación del feminismo hecha a la medida para el servicio y disfrute de los zánganos, y surge de esta odiosa moralidad que tengo de
mujer ultra digna, que no juega a la feminidad patriarcal, que se comporta como si no existiera patriarcado, como si no tuviera que jugar sus reglas, como si no estuviera atrapada por ellas, pagando
copas aunque sea indigente, haciendo doble jornada laboral aunque me reviente de cansancio, cuidando el doble, sufriendo el doble, pero disimulando que es la más fuerte.

Esa moralidad que es expiar una culpa que no es nuestra, que es expiar la culpa del patriarcado.... "Es que si usas a los hombres económicamente estas fomentando el patriarcado" "Es que si sigues un rol tradicional, no de mujer fuerte y todopoderosa, estas fomentando el patriarcado" "Es que si exiges que tus parejas paguen las cenas, estas fomentando el patriarcado"

Y voy yo, ¡¡¡y durante 37 años me lo creo!!!!

Y sólo hoy me doy cuenta que inocularon la culpa, como si el patriarcado fuera la reacción normal a roles pasivos femeninos y no a la inversa!

Y sólo hoy me doy cuenta que estoy intentando demostrar a los hombres que no soy la mujer débil,
de esas "que se merecen el castigo del patriarcado"!
...Que estoy cayendo en las trampas de sus pruebas, en sus trucos para hacerme doblemente esclava.

De hecho, en mi militancia del feminismo del zángano, últimamente me he sentido culpable, me he sentido una feminista de pacotilla por no haber sabido comportarme valientemente ante situaciones de abuso. Como si ser feminista supusiera la obligación moral de revertir el patriarcado, como si ser feminista ya no fuera la constatación de que estamos prisioneras, la conciencia de nuestras cadenas,
sino la obligación moral de saber como desatarlas. Como si ser feminista permitiera a los hombres la zanganería moral, porque la igualdad es sólo cosa nuestra.

(A los hombres les encantan las mujeres empoderadas del feminismo del zángano. Y es que como parejas les permitimos la zanganería no sólo física sino moral más apabullante. "Oh, mi mujer es muy independiente", dicen, como si fuera un mérito de ellos, de su falta de machismo. Como si tener una feminista del zángano de pareja fuera una bula, les eximiera, les perdonara sus privilegios)

Hoy me siento como si además de cargar con pesados grilletes, cargara con una pesada llave que por mucho que lo intente, no los abre.


Acabo aquí.

Pd. Este post no tiene ninguna conclusión porque yo no la tengo, porque estoy atrapada, porque llevo una vida atrapada en el feminismo del zángano y no se cómo subvertir esta trampa. Este post es un grito de auxilio.




8 comentarios:

  1. Muy interesante.
    Mi opinión, en cierto modo desde el otro lado de la sociedad, y en cierto modo desde el mismo (porque además me parece que es una problemática común a muchas luchas). Vaya por delante que es otro de tus posts que me crea más preguntas que respuestas, pero lo que me has hecho reflexionar:

    "sino la obligación moral de saber como desatarlas"
    1.- Creo que esto es común a todas las luchas, el que quiere cambiar el status quo tiene que dar alternativas, ilusionar a la gente con las ventajas que tiene. Las luchas al estilo de "no sé qué, pero esto no" sólo han triunfado (y no es poco) en momentos de extrema necesidad, y a veces han provocado el resultado contrario poco tiempo después (estoy pensando en Egipto). Queremos la república, y lo primero que te preguntan es "en qué va a mejorar esto?" y "nos sacará de la crisis?"


    2.- La mujer no tiene que demostrar que es igual de lista. Tiene que demostrar fuera de dudas que es más lista que el candidato masculino porque a igualdad de condiciones, el hombre supone menos riesgo (a ver, en las mentes del patriarcado, quiero decir). O más trabajadora. Más voluntariosa.

    De forma similar, para que las mujeres se incorporaran a la vida pública, tuvieron que demostrarles a sus maridos que la vida privada no iba a quedar "descuidada", duplicando su trabajo. Completamente injusto, claro. La vida de la activista supone un esfuerzo, estoy seguro que esto no lo has descubierto ahora. Conseguir educar a la pareja tampoco es fácil (y tampoco sois nuestras madres/padres/maestros, no es vuestra responsabilidad) pero no parece que vaya a ocurrir espontáneamente.

    3.- El sexo gratis. Aquí se me mezclan muchas cosas y hace tiempo que tengo dudas al respecto. Por un lado la visión desigual en la sociedad. Por otro lado la herencia de la moral católica de la que no nos libramos. ¿Es una forma de luchar contra una de las cadenas? Conozco a muchas que se arrepienten después del sexo puntual pero ¿esto por la educación o es que es malo de por sí?

    El primer problema del sexo "pagado" (en forma de copas, regalos, promesas... me refiero, no a la prostitución) es que el "contratante" cree adquirir derechos, y hay mujeres que aún sienten la necesidad de corresponder a ellos. Es una necesidad tipo buenas costumbres, como cuando te dicen Jesús y contestas gracias aunque seas ateo, o cuando tu jefe te hace un aumento de sueldo miserable.

    4.- Y lo de pagar...uf. Yo suelo invitar más veces al que sé que pasa por una peor situación económica. Es una costumbre desde que yo era el estudiante y me invitaban a mí. Parece lógico, pero supongo que a veces ha parecido snob o una forma de señalar mi status (nada del otro mundo pero tal como están las cosas...). Si tuviera alguna amiga (o amigo) a la que siempre invitara yo, me acabaría mosqueando. No sé, puede que estemos preparados para normalizar esto como sociedad? salvo
    a.- Como decía antes, cuando la invitación es un pago por futuros derechos sexuales
    b.- Se trata de emborracharla para mermar su capacidad de decisión
    c.- Las discotecas. Lo de que las mujeres no paguen viene a ser como los anuncios de neumáticos con tetas. El capitalismo aprovechándose del machismo que ya existe, y a la vez reforzándolo. Con el agravante de que los iluminados van a decir lo de "mira, las mujeres tienen ventajas también". Mejor que pagar a pachas me parece irte a otra (yo también he ido, mantener la coherencia al 100% nunca es fácil. Como gente de izquierdas, también estaremos en contra de los impuestos indirectos que se pagan con el alcohol, de los trapicheos que hacen discotecas/bares para pagar menos impuestos pero...)

    Siento el tocho!

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  2. ¿Sabes que a veces odias en igual medida las cadenas y las llaves que te han dado para abrirlas, porque son pesadas también? Yo estoy en ese punto.

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  3. Qué gran post, y qué consuelo leer sobre tu confusión : No sé recibir. Mi novio gana más que yo y yo estoy arruinada, aun así si él me invita me siento mal, pero mal, remal, me siento culpable, no sé recibir. Y desearía tanto que él me invitara sin que yo tuviera que decirle que no tengo dinero!

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    1. No sabemos recibir. Me alegro de que te haya gustado y que nos sirva reflexionar sobre lo que nos hacemos a nosotras mismas.

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  4. Me ha encantado.
    Me siento taaan perdida, cuando me fui de casa de mis padres (un patriarcado machista, hace mucho) creí ser libre, hasta que con los años fuí madre y me quedé sin trabajo y sin paro. Estoy en casa no soy, ni quiero ser una buena ama de casa, soy un caos y estar en casa me mata, me siento un fracaso, una mantenida, no logro encontrar trabajo que me permita a la vez una cierta conciliación... y cada vez menos y menos autoestima, con lo que más me cuesta si quiera imaginar una solución
    La encontraré aunque sea por mi hija.

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    1. Tenemos que ser tantas cosas, que luego cuando somos una sola, buena persona, buena madre, nos sentimos poco.
      Ser ama de casa es un trabajo digno como cualquier otro.

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  5. Mi familia muchas veces se mete con el feminismo porque según ellas es esto que mencionas en el post, y eso no es liberar a la mujer, es esclavizarla por partida doble. A mí me da mucha rabia porque las mujeres que intentan hacer vida fuera del rol de madre y ama de casa terminan condenadas a caer en el feminismo del zángano, como lo llamas, sean feministas o no, porque "es lo que dicta la sociedad".
    Quizá porque siempre he sido una marginada, y por ello las convenciones sociales nunca han ejercido demasiada presión sobre mi modo de ser, yo respondería al dilema con un "es que no tienes que demostrarle nada a nadie". Tú misma lo comentas en la primera mitad del post: Si quieres que te inviten no eres menos feminista, solo quieres que te inviten. Si una de las cosas que se pretende conseguir con el feminismo es que tengamos la misma libertad para elegir nuestras vidas que los hombres, entonces podemos elegir no ser superwoman. DEBEMOS elegir no ser superwoman. Debemos ponernos a nosotras por delante del gilipollas de turno que nos dice lo de que demostremos que estamos empoderadas. Porque no tenemos que demostrar nada a nadie, y menos a un gilipollas que lo que quiere es una copa/cena gratis.
    Si puedes, haz lo que quieras hacer, y porque lo quieras hacer. Nunca porque es lo que debes – a no ser que sea matar bebés. Entonces NO DEBES –. Nadie puede cuestionar lo que tú sabes que eres. Y no tienes que demostrárselo a nadie más que a ti misma. Ya elijas trabajar, ser ama de casa o su puta madre. Hay que relajarse, dejar de escuchar a los de fuera, y empezar a escuchar a la de dentro.
    Y si un tío te bromea con lo de que le demuestres que estás empoderada invitándole a una copa, te invito a que la pidas y se la eches a la cara. Con un “Toma, IMBÉCIL” de aderezo.

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  6. Ojo, luego está el tema de cómo acabar con el machismo de esta sociedad. Ahí sí que no tengo ni puta idea. Pero supongo que si estamos más relajadas y contentas con cómo va nuestra vida se nos pueden ocurrir más cosas. Digo yo, no sé ._.U

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